Los derechos y obligaciones del inquilino tienen una gran relevancia. Se debe tener mucha precaución con las cláusulas que se incluyen, así como con la delimitación de los preceptos que se redactan en un contrato de alquiler.
Este hecho lleva a la segunda y a la tercera obligación: la de dejar el inmueble tal y como se encontraba antes de que se llevara a cabo el contrato y la de la conservación de la vivienda en perfectas condiciones. Igualmente, tendrán la obligación de pagar la renta. También de hacer frente a los gastos de los suministros y a permitir que el arrendador pueda realizar obras.
Existen cinco derechos básicos que tiene el inquilino y que, por tanto, en caso de querer limitarlos habría que especificarlo en el contrato de alquiler. Por ejemplo, en el caso de que se le quiera excluir de la adquisición preferente de la vivienda, uno de los derechos de los arrendatarios. Por otro lado, tendrán también derecho a negociar tanto la duración del alquiler como la renta.
Los otros tres derechos básicos son la recuperación de la fianza una vez que se produce el abandono de la vivienda, el derecho de solicitarle las reparaciones necesarias al propietario, así como, uno de los más importantes y que no se puede suprimir en ningún caso, el derecho de denunciar al dueño de la vivienda si entra sin permiso mientras que se mantenga alquilado.
Los inquilinos cuentan con un amplio número de derechos. No obstante, además de los derechos del arrendatario, también cabe destacar cuáles son sus obligaciones. En primer lugar, deberá abonar una fianza, que como ya se ha visto, deberá ser devuelta si la vivienda se entrega en perfectas condiciones.
Este hecho lleva a la segunda y a la tercera obligación: la de dejar el inmueble tal y como se encontraba antes de que se llevara a cabo el contrato y la de la conservación de la vivienda en perfectas condiciones. Igualmente, tendrán la obligación de pagar la renta. También de hacer frente a los gastos de los suministros y a permitir que el arrendador pueda realizar obras.
El contrato de alquiler resulta de vital importancia, ya que hay que partir de la base de que cualquier laguna va a favorecer a quien no redacta el contrato, es decir, a la parte más débil, que se considera que es el inquilino. Los derechos del arrendatario se dan por sentado.
En el caso de que, como se ha dicho, se quiera excluir la adquisición preferente del inmueble, hay que regularlo en el contrato, así como si se quiere fijar la duración de este sin dar pie a la negociación, entre otros posibles supuestos. Lo mismo ocurre si se quieren delimitar las obligaciones del inquilino sin llegar a crear cláusulas abusivas de acuerdo con la Ley de Arrendamientos Urbanos y con el Código Civil.
En definitiva, los derechos y obligaciones del inquilino, además de regularse en el contrato, también se presuponen. No obstante, la mayor parte de ellos se pueden delimitar. Para aclarar estos y hacer uso de los muchos otros servicios que se ofrecen en Domia Global, es aconsejable realizar una consulta online.
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